Desde entonces Dª Carmen, sufría en silencio.
Tras varias visitas los médicos le recetaron diversos tratamientos tanto por vía oral como tópica, tratamiento que su nieta le aplicaba con disciplina, para poder solucionar sus problemas, pero después de tanto esfuerzo diario, los resultados no fueron positivos.
Fue entonces cuando Dª Carmen decidió ponerse manos a la obra; con los conocimientos que tenía de los efectos curativos de distintas plantas naturales, estuvo durante más de un año macerando dichas plantas.
Su nieta Ana le realizaba pedicuras para probar las mezclas que Dª Carmen preparaba todas las semanas, transcurridos varios días de usar su nueva fórmula, los hongos empezaron a desaparecer paulatinamente, el engrosamiento de sus uñas se fue corrigiendo, gracias al CARLIX, y las pedicuras que su nieta le realizaba.
Los dolores producidos por las uñas encarnadas fueron mermando. Los resultados sorprendieron gratamente tanto a Dª Carmen como a su nieta Ana. Transcurridos varios años, Ana descubrió que no sólo le gusta embellecer unos pies; lo que realmente le apasiona es poder sanear y lograr curar aquellas patologías que dañan las uñas tanto en manos como en pies.
Ana recordó la fórmula de su abuela, la cual mejoró notablemente sus pies y manos y por consiguiente recomienda a todo aquel que tenga problemas de hongos.